se hace asimismo patente en el ansia de viajar, que fracciona los años en un gran número de períodos breves y acentúa fuertemente los momentos de las despedidas y los recibimientos. El tiempo "impaciente" específico de la vida moderna indica no sólo el ansia de un rápido cambio de los contenidos cualitativos de la vida, sino también la potencia que adquiere el atractivo formal de los límites, del comienzo y del final, del llegar y del irse.
Georg Simmel (en Historias del Arte de Diana Aisenberg)

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